sábado, 17 de septiembre de 2016

61 Los sucesores de Sumer

Cronológico 4 - 61 a 62 

61. Las operaciones de saneamiento nuclear

Tras la desolación del sur de mesopotamia Enki y su hijo Ra/Marduk emplearon su altísima tecnología «poderes mágicos» para purificar Mesopotamia de los efectos de las armas terroríficas. 
Trataron el suelo para que sus frutos no fueran demasiado peligrosos para la vida, trataron las aguas, los animales y a las gentes. 
El pueblo lo sabía. Sabía que eran ellos quienes les ayudaron y no Enlil. 
En unos setenta años (2024-1954) el territorio quedó básicamente saneado.
Volvió la agricultura, la industria, el comercio y la vida cotidiana como antes.


62 La dinastía de Isín

Nergal propuso ante la asamblea de annunakis a un seguidor suyo, Ishbi-Erra, «que no es de simiente sumeria» (por que era un hurrita gobernador de Mari, una ciudad en el norte del río Eufrates que estaría en la actual Siria) el poder sobre Sumer. Ninurta lo aceptó y sus superiores accedieron puesto que esta zona estaba ahora encomendada a Ninurta. Se estableció en  Isin, ciudad que convirtió en capital de sus territorios.




Ishbi-Erra intentó ser el continuador de los reyes de Ur y por tanto de toda esta zona sur de Mesopotamia pero se encontró con varias oposiciones especialmente con la ciudad de Larsa.

Al poder político militar Ishbi-Erra añadió el religioso. El poder religioso estaba en Nippur. Ninurta permitió esta pretensión que le pareaba con su padre Enlil. Pero Enlil no apoyó ni se opuso a Ishbi-Erra. Ante la falta de respuesta de Enlil, Ishbi-Erra lo intentó con otros nefilim: Nannar, Ningal e Inanna. Pero el pueblo estaba con el bando opuesto a estos. Se inclinaban por Enki y Marduk.

Con Ishbi-Erra comienza la llamada dinastía de Isín con quince reyes que termina con Damiq-ilishu hacia el año 1800 a.C cuando la ciudad de Isín fue conquistada y destruida por Larsa, una ciudad próxima situada al sudeste de Isín.


Ishme-Dagan, hijo de y sucesor de Iddin-Dagan reconstruyó el templo más sagrado, el de Nippur en 1954 a. C. a los setenta años de su profanación. Esta cifra de Setenta años se repetiría después con el profanado templo de Jerusalén sucesor del templo de Nippur.

Cuando ya se pudo consagrar el templo de Nippur a Enlil y Ninlil, en el año 1953 a. C. hubo grandes festejos y alegría en el pais; y fue entonces cuando Enlil declaró que la zona maldita volvía a ser habitable.

Lipit-Ishtar (10 años), su sucesor se inclinó no por el mando de Enlil y Ninurta sino por Inanna/Ishtar (la hermana de Ereshkigal, esposa de Nergal). Este rey es famoso por su código de leyes que fue además instrumento escolar durante muchas decadas. Los enfrentamientos nefilim seguían así.

Ninurta no podía permitir que le arrebataran su posición y propició un golpe de estado para colocar en el trono a uno de los suyos. Ur-Ninurta (27), el último rey que llevó un nombre sumerio también elaboró un código de leyes para contrarrestar a su antecesor.

Su hijo y sucesor Bur-Sin (21) volvió a la inclinación popular a pesar de Ninurta porque se sabía que él había provocado la gran desolación de Sumer. Se buscó a Sin para que Sumer siguiera como en antaño pero esos tiempos habían sido aniquilados también para siempre.
Ante un constante enfrentamiento los grandes líderes nefilim aceptaron el mal menor. Aceptaron a Marduk a regañadientes en la zona durante un signo del zodiaco como acostumbraban.

«El noble Anu, señor de los
dioses que del Cielo vinieron a la Tierra,
y Enlil, señor del Cielo y la Tierra
que determina los destinos del país,
determinaron a Marduk, el primogénito de Enki,
las funciones de Enlil sobre toda la humanidad;
le hicieron grande entre los dioses que vigilan y ven,
dieron el nombre de Babilonia para que fuera exaltada,
la hicieron suprema en el mundo;
y establecieron para Marduk, en su centro,
una realeza imperecedera»

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